Destrucción de Bandas, cariñosamente «el DM» afianza su puesto como el evento mas esperado y querido por el publico y las bandas de la escena rockera de la isla.

Pensamos que a los 18 años ya somos adultos hechos y derechos, no? No. Destrucción Masiva llegó a sus dieciocho años de existencia con un crecimiento en la calidad de las puestas en escena de las bandas, en un escenario que eleva su imagen pero con algunos puntos que continuan pendientes por mejorar.

(Fotos Cortesía de Persecución de Bandas).- 

Sin dudas que el DM 2022 quedará en la historia como uno de los años más relevantes en este reconocido festival de rock dominicano. Las bandas que subieron a la tarima más importante para los proyectos de rock e indie de nuestra isla, mostraron un muy buen nivel en su sonido, desenvolvimiento y sobre todo, de enganche con un público que mas que a las mismas bandas persigue lo que cada año les ofrecerá el Destrucción Masiva.

En lo particular, a nosotros nos llamó la atención bandas como «From The Basement» Dharma y Antes del Agua, quienes, mostraron un repertorio que a muchos dejó sorprendidos.

Ya de las más veteranas, pudimos disfrutar del sonido de Pranam, Altherego y los Concón Quemao, quienes representaron la linea noroeste del país con altísimo nivel. Los Concón Quemao, dejaron claro que la fusión folk con los riffs guitarreros, pueden convivir de manera eficaz, poniendo a cada asistente a disfrutar de su propuesta.

Por  el lado experimental, que este año contó con varias propuestas de altísimo nivel,  escuchamos y vivimos la madurez ya adquirida por Vic Contreras y su banda, Guillelmo del Tuete y  El Hombrecito. Plato fuerte para los que gustan de los sonidos enmarañados, las fusiones sin limites y el Spoken Word. Otro punto mas para el DM, mostrando ademas de madurez, una diversidad acorde con los tiempos.

Para las bandas de cierre, se presentaron las más veteranas de la noche: Séptimo Invitado, JLS y Santuario, siendo elegidas como las propuestas «headliners’ de esta  entrega, junto con los puertorriqueños Out of Hands.  La veteranía y antigüedad en el servicio se hicieron presente, dando cada banda un show explosivo, conectando con un público que se mantuvo de pie aun pasadas las 12 de la madrugada.

 

Una asistencia a tope, un cartel amplio y quizás excesivo para un festival de un día y de recursos limitados, el DM 2022 se convirtió en la fiesta del rock local de las que todos, o casi todos, salieron complacidos.

Otro factor relevante, fue la presencia de mercancía promocional tanto el festival, como de algunas bandas. Se vió un área organizada y de mucho flujo. Un punto para las bandas que llevaron sus productos. Ojalá que para las próximas entregas esta área este repleta de todas las propuestas de mercancías de las bandas participantes.

Como en todo, quedan pendientes algunos puntos que el DM debe superar, sobre todo en los aspectos técnicos del festival.

Al ser un evento totalmente autosugestionado, los recursos económicos del DM son al extremo limitados, los que básicamente llegan a cubrir la producción general y los costos de logística. Un punto que juega a favor y en contra son los voluntarios  que hacen posible el flujo de las cosas, pues por su misma condición de voluntariado, no siempre pueden ofrecer un desempeño técnico a la altura de las necesidades.

Es el caso de vital importancia de la regidora de escena. Quien lleva esta responsabilidad no puede ser alguien que solo se encargue de arrear a las bandas al escenario y desmontarlos según el tiempo en tarima. Quien rige un show debe tener el control total de todo lo que afecta el desenvolvimiento de lo que sucede en el escenario: Sonido, luces, backline, monitores, necesidades técnicas, y un gran etc. Un personal entrenado, con conocimiento de cada una de estas variantes y con la lucidez necesaria, debe ser la meta para este festival que, por su relevancia y autogestión, no pertenece solo a los productores del evento o al público; también pertenece a las bandas que suben a escena, sin mayor pago que unas botellas de agua, una u otra botella de bebida y el aplauso y contacto con el público del festival.

Es justo decir que, las bandas con propuestas técnicas mas allá del formato básico de una banda rock, debe considerar si es conveniente llevar su propuesta integra. El caso de Séptimo Invitado (la banda técnicamente mas compleja) se enfrentó a grandes desafíos par lograr llevar su presentación a la altura de sus necesidades. Al final fueron cortados abruptamente por la producción (apagando el sonido de la sala en medio de una canción) debido al prolongado tiempo que les llevó poder sestear su producción técnica). En el caso de JLS (principal banda de la noche) se vieron obligados a dejar de lados ciertos equipos y accesorios que la banda había preparado para la ocasión. Otros que vieron sus presentaciones afectadas fueron Pranam, El Hombrecito y Karil. 

Otro punto a considerar es  la cantidad de banda del cartel. Esta ocasión contó con 19 bandas en total, las cuales deberían subir, actuar y salir del escenario, con los cambios y traumas que esto ocasiona en todo festival, pero sin contar con la ayuda técnica idónea y suficiente para que esto suceda de la forma menos traumática posible.  Todo esto en un plazo de 12 horas aproximadamente.

Un par de tareas pendientes que sabemos serán superadas, pues el DM, ya a sus 18 años, empieza a dejar de ser ese adolescente acelerado para convertirse en un joven adulto listo para enfrentar, incluso, a un publico internacional y más ecléctico.

Para el 2023 auguramos un DM más grande, más fuerte y más consciente de que es y seguirá siendo el festival más importante de la escena dominicana.

Felicitamos a toda la producción del DM, a las bandas y a cada asistente que, con la compra de su boleta, de mercancía del festival y las agrupaciones , con su comportamiento más que adecuado, hicieron del Destrucción Masiva 2022 un ejemplo de lo que debe seguir siendo nuestra escena: Fuerte, variada, pujante y de calidad incuestionable.